domingo, abril 30, 2006

SENSIBILIDAD


Hojita blanca,

Hojita blanca,

Dime:

¿Quién es el hombre más sensible de la tierra?

- Eres tú.


- ¿En verdad?, repítelo, repítelo, te lo pido!!!

- Si... un perfecto imbécil de la experiencia





SE ME OCURRE LA VIDA

Dibujo: Los Amantes por Iván Vargas

¿Cómo puede ocurrírseme?
Que tu pudieses quizá ser mi primera amante: como si bajases dotada de un carácter especial, a arrebatarme del mundo de mi moral,
implicar un poro revolucionario que desestabilice mis corazas.
Que castigue, a golpes de temblores, mis resignados órganos, mi malsano aburrimiento, la grisácea contextura.
Arrancado de mis escepticismos de hombre eternamente melancólico, al fin agarrar algo de la vida con las palmas, pueden ser tus manos, pueden ser tus arrebatos de pasión, tu inteligente compañía clandestina entre sábanas y versos.
Lo sé.
Es solo una ocurrencia, ya se que te sorprendes, que la moción moral se adueña de tu lengua. Solo lo comento, un acto de fe, un eco inquieto que se ufana de su "nada que perder", de su delirante sonido que no teme parecer ridículo.
Pero ya que lo he dicho, lo completo: Que hermoso sería ser tu amigo erótico. Que conservemos nuestra privada y autómata otra vida, aquella en donde tu y yo somos seres conyugales, tan normales y prudentes.
Me olvidaré sanamente de que mi mujer existe en ese trono; te olvidarás también del hombre con el que convives; con-vives, contienes la otra vida, respiras en aquella estancia que llaman estabilidad, te introduces en los días idénticos, aceptables, serenos, intercambiables.
Qué bello es ser tu amigo: una profundidad buscada entre la piel, la forma verdadera de la amistad entre el hombre y la mujer. Pensar en ti como la voluntad del deseo, la inteligencia loca de nuestros cuerpos que se unen tan bellamente intemperantes; la emoción derramada sobre el ser, el ahogo inquietante de lo que pueda suceder con nuestros actos de amistad pura. Vivir el sentimiento con la mesura exacta de las aventuras; burlarnos del tiempo y el espacio, de la tradición que talla en las espaldas, los golpes imborrables de nuestra cultura, el paroxismo salvaje de nuestros temores inconscientes. Una mayoría de edad del cuerpo y del espíritu, el caos controlado, la sangre hecha carne. Lo sé... es solo una ocurrencia, un temible sentimiento religioso, metafísica barata... Quizá no seamos los indicados, quizá nunca aparezcan, consuelo de la idea... Finalizo el tema.

De “Matando Segunderos” (1998-2004) por Iván Vargas.

NORMALIDAD


No me haré más bueno por desear lo insólito
Ni me formaré en la gracia frágil de la virtud
Por querer siempre lo sublime
No seré bello por escribir sobre lo bello
Viendo hacia horizontes o a los muros
No seré más auténtico al vestirme con extraños objetos
O un personaje trágico por el hecho de ponerme una cortina
de Miles Davis, o un Schumann.
Ni seré Dionisos al pretender que mi mujer es una diosa que me permite las amantes que aun no tengo.
No seré un loco al pensar que tengo mis propios dioses, que soy un desterrado del Olimpo, y que pago mi condena en el país de la idiotez
Soy solo un aquél, o una figura quejumbrosa que apenas se distingue entre el mar de las piernas y los brazos.
Nadie sabe ya nada.
En últimas, habrá que asalariarse, y pagar los recibos de la vida.

del Libro: “Matando Segunderos” (1998-2004) por Iván Vargas.
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El Sentido de Ansiedad



“Qué sentido puede tener escribir todo lo que acontece en la experiencia? Ninguno. Pero si tiene sentido si se trata de la experiencia de la conciencia. En aquellas circunstancias que podrían parecer no tener ningún sentido se hallan aquellos eslabones que conforman una constante relación consigo mismo. El río de Heráclito no perdona, y es allí, en los días, donde cada mineral delicioso no existe sino sólo una vez. Seria necio intentar indagar acerca del por qué, las causas, la forma "definida" de pensamiento. Es quizá un ejercicio estoico, (como el de Adriano), simplemente existencial, o quizá la actividad de su persistencia (esa que aun mantiene viva la necesidad de seguir manteniendo Ansiedad, este libro de impresiones) se deba no más que al afán de relacionarse con la vida.” (ANS VII /16 ENE 02)