Foto, Juan Pachón, Bogotá
I
En el ojo tropieza la ciudad
cuando cierro el párpado se desvanece:
parece que algo la cubriera de piel
para no verla desnuda.
Las calles y sus bichos de metal,
las antenas heroicas,
el atardecer que se desmaya
sobre el hormiguero.
Yo detrás del biombo transparente;
hace que el terrible paisaje,
parezca un verso
sobre un viejo mantel.
La tarde duerme
en la habitación del humus.
El viento sopla allá
y yo no siento la borrasca.
Las luces comienzan su despliegue;
No hay quien me salve
a la inminente llegada de la noche.
II
Como un navío desplomado
Rompiendo formas de la mar
se refleja el cielo con mi tinta.
En el espacio,
la mirada se ensucia de material celeste.
Parado en la ventana
me ataca un primate loco,
que juega con las lianas de mi mente;
cada vaivén es un estruendo de recuerdo.
Me farfulla
que la soledad
es el insomnio en la ventana
cuando se contempla.
III
El anochecer se levanta
como un niño que despedaza
un girasol anacoreta.
La tarde se va vertiendo
en galerías de cloacas.
El ultimo sonido de sus pasos
deja una estela en el azul oscuro.
Se ha dormido la luz,
acompañada de su ejército
de cordones de hierro.
Y su ultimo rocío
se sostiene del cordón
de las calles angostas.
Yo voy por estas con las gentes.
Guiados por el sol final
navegamos en su eco estridente,
abrazados a las yemas de su rostro luminoso.
Las aceras son el coliseo
donde las bestias de la noche
I
En el ojo tropieza la ciudad
cuando cierro el párpado se desvanece:
parece que algo la cubriera de piel
para no verla desnuda.
Las calles y sus bichos de metal,
las antenas heroicas,
el atardecer que se desmaya
sobre el hormiguero.
Yo detrás del biombo transparente;
hace que el terrible paisaje,
parezca un verso
sobre un viejo mantel.
La tarde duerme
en la habitación del humus.
El viento sopla allá
y yo no siento la borrasca.
Las luces comienzan su despliegue;
No hay quien me salve
a la inminente llegada de la noche.
II
Como un navío desplomado
Rompiendo formas de la mar
se refleja el cielo con mi tinta.
En el espacio,
la mirada se ensucia de material celeste.
Parado en la ventana
me ataca un primate loco,
que juega con las lianas de mi mente;
cada vaivén es un estruendo de recuerdo.
Me farfulla
que la soledad
es el insomnio en la ventana
cuando se contempla.
III
El anochecer se levanta
como un niño que despedaza
un girasol anacoreta.
La tarde se va vertiendo
en galerías de cloacas.
El ultimo sonido de sus pasos
deja una estela en el azul oscuro.
Se ha dormido la luz,
acompañada de su ejército
de cordones de hierro.
Y su ultimo rocío
se sostiene del cordón
de las calles angostas.
Yo voy por estas con las gentes.
Guiados por el sol final
navegamos en su eco estridente,
abrazados a las yemas de su rostro luminoso.
Las aceras son el coliseo
donde las bestias de la noche
obedecen al nuevo Cesar del atardecer
19 comentarios:
Cada metáfora es una simulación perfecta... ese trampantojo de luz cambiante que muta las soledades.Una mirada en tres tiempos inquietante y hermosa.
Un abrazo
Estimado Iván.
Estoy a punto de salir de casa a dar un paseo dominical con la familia, por eso no puedo determe a leer esta poesía con la atención que te mereces, te ruego me disculpes pero he de volver.
Lo que no he dejado de hacer, es algo que me averguenza sinceramtne , no haberlo hecho antes,aunque espero que em creas que lo pensé, y sinceramente se me escapó de la memoria.
Estás donde te mereces ahora, no por que me lo hayas pedido, sino por que relamente te lo mereces,al menos así lo dejé reflejado en el apelativo que acompaña tu nombre.
Un fuerte abrazo, y es un honor contarte ahora entre los amigos que iluminan mi bitácora.
Es hermosa tu poesia.
me gusto una enormidad.
Te dejo un abrazo.
ME ENCANTÓ !!!!
Justo a un contemplador nostálgico, le presetnas semjante poesía libre.
Ayer ha sido tú, mañana habré sido yo,ayer , seré nuevamente.
El ciclo de los solitarios es un como una cofradía respetable y respetuosa.
Por eso me encantó ese juego parecido al del primate que has hecho(excelente defiinicón además), pero ya no con las lianas de tu cerebro, sino que has entretejido vivecncias y existencias materiales, que indudablemtne se influyen entre si.
Me alegra que a pesar del agobio del momento, te sientas un César, por que en definitiva adqueire , luego de esta lectura, más relevancia todavía la frase en latín de uno de ellos, antes de la batalla, un grito de resignación y coraje:
ALEA IACTA EST (La suerte está hechada)
Tu ya te la jugaste rompiendo los esquemas aque a veces a los solitaiors nos aplastan, por eso eres auténtico César de la tarde, donde tus súbtidos ya te pertenecen.
Un cordial abrazo, y ya ves que no soy de prometer en vano, aquí estoy para decirte PRSENTE, como te mereces, luego de una obra impecable como ésta.
Iván, que bueno leerte!
Muy bello
Saludos
Honestamente te digo que es un placer enorme, poder disfrutar de una poesía tan limpia...en todo sentido, estupendo!!
Un biko y buena semana, que sea creativa para que nos hagas disfrutar más con tus palabras:d
El poeta y la ciudad. El poeta y la inminencia de la noche. El poeta y la soledad. Aprender a perderse en ellas para arrimarse a su develamiento. Aprender a perderse... como quien aprende a perderse en una mujer para conocerla.
"Como un navío desplomado
Rompiendo formas de la mar
se refleja el cielo con mi tinta [...]
cada vaivén es un estruendo de recuerdo."
Bellísimos versos.
Iván, un beso enorme.
Alimento para el alma leerte.
Las grandes ciudades y la soledad se asemejan a las grandes selvas y la necesidad de sobrevivir.
Un abrazo.
bohemiamar.
Y yo feliz de nuevo como siempre y como nunca contigo, no sabes que rico es leerte y que ganas de que sólo yo lo leyera jajaajjaa, pero nimodo no soy tan egoista y ando por el mundo enseñando lo que me gusta leer...
Saludos y abrazos...
Elva*
Muy bonita e igual que las grandes urbes.
Amanecen,la maldad las ensucia, el amor las limpia nuestro quehacer las llena y luego guarda a su gentes en el ocaso hasta el amenecer, donde la magia de nuestro destino inaugura un nuevo día.
Como siempre su poesía es mucho
Desde Madrid un abrazo
efe
Agitado por las horas se mece
el atardecer, que empujado por la noche tibía y temprana.
Besitos Iván, siempre es un placer entrar en esta tu casa.
Una vez más, te agraezco la cordial y habitual visita a mi barco, y el destacado comentario que he recibido.
No tengas dudas que te he puesot donde está o por compromiso, esas cosas se hacen por que se sienten así, y lso apelativos no son nada ma´s que el refeljo que me queda del amigo.
Un fuere abrazo.
Es tiempo de demasiado calor para escribir y demasiada pereza para leer prosa, es agradable y refrescante encontrar versos ansiosos por la llegada de la noche.
Saludos veraniegos.
Como siempre conmovida con tus palabras, tienen esa magia que hace que levante vuelo eternamente.
Mi cariño.
Pd. Te he linkeado, espero que te guste la imagen :(
Deberían exportarnos boxeadoras:
Este comentario algo grotesco, viene a colación que anoche ha peleado una compatriota tuya,Anays Gutiérrez , una bravísima peleadora con nuestra boxeadora más destacada la "tigresa " Acuña.
Alguna de las dos tenía que ganar, l´gocamente, y en este combate lo hizo la nuestra,lamentándolo por tí y los fans de este deport en tu tierra, pero sobre todo por una boxeadora muy chévere, que no se cómo el esposo le permite subir al ring para que le hagan aunque se un rasguño.
Yo no se lo permitiria, la conoces ??? :)
Parece Miss Colombia la muchachita, de allí el pedido de exportaciones,je je je.
Un abrazo.
Que afortunada gracia que te acompaña mi estimado poeta, esa de embelezar lo bello y lo atroz de nuestra humanidad, esa de adornar con dulces palabras las imágenes más tristes: “...hace que el terrible paisaje, parezca un verso sobre un viejo mantel...” la de prefigurar los actos, aquellos que son obvios y vulgares para todos los demás mortales, y sin embargo cuando los describes son apariciones mágicas de la cotidianidad, maravillosas revelaciones: “Las aceras son el coliseo donde las bestias de la noche obedecen al nuevo Cesar del atardecer”. Gracias mil por tan conmemorables momentos, este espacio tuyo es como un bosque que siempre visito en días propicios.
Que lindo...en el ojo tropieza la ciudad...Que grande el comienzo y el desarrollo de tus versos...
Abrazos
Se necesitan tus palabras, el alma vuela.
Cariños.
Mucho tiempo sin saber de tí.
Te dejo mi cariño.
bohemiamar.
Publicar un comentario